En este día quiero iniciar con una serie de fragmentos de mi libro que hablan de 5 formas en las que podemos adorar a nuestro Dios. Cabe resaltar, que esto no es algo nuevo, ya que todo está basado en la Biblia. Sin embargo, es algo que el Señor me reveló a mi, de un aspecto de nuestra relación con la Divina Trinidad, que muchas veces pasamos por alto. Inicio entonces con:
Adoración con Música: (Para personas que sirven a Dios en ministerios musicales)


Es por esa confusión que a veces sentimos una gran emoción al cantar en las iglesias, pero, una vez terminada la música, se acabó la emoción. No hay más sensaciones. Luego, cuando viene la enseñanza del pastor, sacerdote, o líder de la iglesia, nos da sueño, nos acordamos de los frijoles en la lumbre, pensamos en la deuda que hay que pagar, etc. Y cuando regresamos a casa, volvemos a tristes y cotidianas realidades. No quiero desmeritar los fabulosos programas musicales que viven la mayoría de nuestras iglesias de hoy. Los músicos y cantantes que adoramos a Dios y dirigimos a la gente en adoración, deberíamos dejar de buscar el protagonismo de la escena, y dejar que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sean los verdaderos protagonistas. Hoy en día es fácil reconocer quien es el director de alabanzas en una iglesia.

Y lo que más me dolió en ese momento, fue que en mi propia iglesia pusieron a otro en mi lugar.
Durante un período de casi dos años pasé sin recibir una tan sola invitación para cantar. Me conformaba en ese tiempo, si tan solo hubiera podido cantar en grupitos de crecimiento en hogares. Pero ni eso sucedió. Lo que si sucedió fue un milagro. A medida que observaba a otros tocando en lugares en los que anhelaba estar yo, mi orgullo, junto con mi nombre de “líder de alabanza” se vinieron abajo. Comprendí que el único que podía tomar la gloria de lo que yo hacía con mis dones y talentos, era Dios mismo. Después de pedir perdón a Dios y a mis líderes espirituales, Dios empezó a darme nuevas oportunidades y nuevas canciones empezaron a venir a mi mente y a mi corazón.
Nunca debemos olvidar que la gloria es de Dios y El no la comparte. Además, El conoce nuestros corazones hasta en lo más profundo y sabe lo que piensan nuestras mentes. Como músicos adoradores, tenemos un compromiso delante de Dios y de los hombres, pero también tenemos un privilegio. No lo echemos a perder creyéndonos más de lo que somos. Romanos 12:3 dice: Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno
Sigamos adelante en el camino que hay que recorrer en este mundo de la adoración y la alabanza. Pero tengamos las motivaciones correctas.
En el siguiente post hablaré de como adorar con música cuando no ejercemos el ministerio musical.
Paso a visitar su hermoso blog, les dejo un afectuoso saludo desde El Salvador Centroamerica.
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hola donde puedo encontrar en chile este libro o donde puedo comprarlo porque he preguntado en muchas librerias cristianas y no lo puedo encontrar te dejo mi correo para que me puedas responder sogayar1@hotmail.com gracias y bendiciones
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