Romanos 13:1
Nueva Versión Internacional (NVI)
El respeto a las autoridades
1 Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él
Es fácil entender que debemos obedecer a las autoridades cuando estas son representadas por personas carismáticas, honestas, honradas y de buen corazón.
Pero cuando las autoridades son personas tiranas, corruptas, llenas de prejuicios y sectarias, nos es muy difícil aceptarlas como tal, y por lo tanto, nos rehusamos a obedecerlas.
En todo ámbito existen autoridades, que según este verso de Romanos, han sido puestas por Dios. Pastores y sacerdotes en las iglesias, alcaldes en los municipios, gobernadores en los departamentos o estados y presidentes en los países.
Leyendo Romanos 13:1 y un libro del autor Watchman Nee, llamado "Autoridad Espiritual" he podido entender que hay dos implicaciones de la palabra "autoridad" que me permiten ahora aceptar mas este concepto!!
La primera tiene que ver con la "autoridad inherente" al cargo. Esta autoridad es permanente y no depende de la persona que ocupe el cargo. Es decir, siempre existirá la figura del alcalde, presidente, pastor o sacerdote, sin importar que la persona que ocupe este cargo sea ejemplar o un verdadero desastre.
De acuerdo a esta implicación de la palabra, un alcalde siempre será un alcalde y siempre merece nuestra obediencia, aunque la persona que esté en ese cargo sea un verdadero tirano e iletrado. Un pastor siempre será un pastor, y siempre debemos obedecerlo, aunque la persona en el cargo sea un desastre en su familia.
En mi vida he visto personas dignas de ser obedecidas, pero he visto algunas que lo que merecen es un buen tiempo de prisión, por sus actos de corrupción desmedida. En casos así, no entendía como Dios había puesto a semejantes especímenes en cargos de autoridad. Hasta que El me hizo entender que lo que el pone son los cargos de autoridad. Significa que Dios puso las figuras de pastores, sacerdotes, alcaldes, presidentes, etc.
Pero, obviamente, tales cargos son ocupados por seres humanos. Los tales, son imperfectos, de naturaleza pecaminosa, propensos a fallar indiscriminadamente y sujetos a su libre albedrío. Siendo así, podríamos tener la dicha de tener un pastor lleno de amor por las almas y un ejemplo a seguir, o podríamos, por el contrario, tener un pastor que se colocó en el cargo por que no quiere trabajar en lo secular y quiere solamente "vivir del evangelio"
Luego continué leyendo los siguientes versos de Romanos 13 y esto abrió mi entendimiento aún mas:
Romanos 13:2-5
Nueva Versión Internacional (NVI)
2 Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido. Los que así proceden recibirán castigo.3 Porque los gobernantes no están para infundir terror a los que hacen lo bueno sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres librarte del miedo a la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás su aprobación,4 pues está al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces debes tener miedo. No en vano lleva la espada, pues está al servicio de Dios para impartir justicia y castigar al malhechor.5 Así que es necesario someterse a las autoridades, no sólo para evitar el castigo sino también por razones de conciencia.
Oponerse a las autoridades es sinónimo de castigo. En la versión Reina-Valera de 1960 lo dice así: De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos
Ahí está el punto!! oponerse a las autoridades es oponerse a Dios, no a las personas que ocupan los cargos, y esto, nos trae condenación, no por desobedecer a fulano o mengano que están en esos puestos, sino por desobedecer a algo establecido por Dios.
Así que, si alguna persona en un cargo de autoridad no es de nuestro agrado, o se comporta en formas que son despreciables a los ojos de Dios, aun así, nuestra responsabilidad ante Dios es obedecerles. Si hay algo malo en su forma de actuar, de eso se encargará Dios.
No permitamos que venga condenación a nuestras vidas. Seamos obedientes, y estemos conscientes de que al hacerlo, lo hacemos para Dios y para agradarle a El.
La segunda implicación de la palabra Autoridad, es la autoridad inherente a la persona, sin importar el cargo que ocupa. Pero esto, lo trataremos en otro post.
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