Juan 8:31-34
En este pasaje del evangelio de Juan, se describe a
Jesús hablando con los judíos, el “amado Pueblo de Dios”.
Estos judíos que le escuchaban ya eran convertidos a
Él y su evangelio.
Eran personas que habían creído en Jesús como el
Mesías, a pesar de que esta sociedad, aún en nuestros tiempos, sigue esperando
su primera venida. A pesar de que los judíos eran una sociedad regida por las
antiguas leyes de Moisés y por nada más, este grupo de ellos habían aceptado el
mensaje de Jesús como verdadero y a Él como el Mesías esperado.
Jesús les dejó ver que para ser verdaderamente sus
discípulos, ellos tendrían que mantenerse firmes en su Palabra. No cambiar el
mensaje del Evangelio de Cristo por ningún otro mensaje, anterior o posterior a
él. Les dijo que al mantenerse firmes en sus palabras, ellos conocerían la
verdad, y esta les haría libres (v. 32)
El verso 33 muestra una reacción que era un tanto comprensible
y esperada de parte de los judíos. Ellos arguyeron al hecho de que nunca habían
sido esclavos (físicamente hablando) y que eran “Linaje de Abraham” (como una
fuente de orgullo para ellos)
En el verso 34 Jesús les deja ver que la libertad de
la que El habla es una libertad espiritual y no física. Habla del hecho que
somos pecadores (por naturaleza, ignorancia o libre elección)
Dice: “el que hace pecado, esclavo es del pecado”.
Es un hecho que todos somos pecadores por naturaleza
(Romanos 5:12). Eventualmente, en el
devenir de nuestras vidas nos convertimos en hacedores de pecado, esta vez, por
ignorancia o libre elección.
Jesús simplemente les recordaba esto a los judíos que
estaban con El. Que todos, absolutamente todos, somos pecadores.
Pero en los versos 35 y 36 Jesús revela una de las
verdades más preciosas y liberadoras que existen en la Biblia. Existe una gran
diferencia entre ser Esclavo y ser Hijo.
Enumeraré solo algunas diferencias puntuales:
El esclavo no es libre para
decidir qué hacer en prisión. Siempre debe hacer lo que le ordenan
|
El hijo, como miembro de la
familia, tiene la libertad de tomar sus propias decisiones
|
El esclavo debe obedecer para
evitar un castigo mayor
|
El hijo obedece porque ama
|
El esclavo no tiene posesión
alguna
|
El hijo posee heredad entre sus
hermanos
|
El esclavo es considerado un
objeto para ser usado
|
El hijo es considerado un tesoro
y una parte importante de la familia
|
El esclavo no tiene identidad
propia. Es lo que sus dueños deciden que sea
|
El hijo tiene identidad propia,
generalmente recibida en casa a través de sus padres
|
La pregunta que cabe hacer ahora es: ¿Qué somos?
¿Esclavos o hijos?
Desde el momento en que decidimos aceptar a Jesús
como nuestro Señor y Salvador, hemos sido marcados como hijos de Dios
Gálatas 4:4-7 es un pasaje de la Biblia que nos
muestra esta verdad que nos puede hacer libres
Dice así: “Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que
redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción
de hijos. Y por cuánto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu
de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo;
también heredero de Dios por medio de Cristo”.
¡Qué maravillosa declaración! No somos más esclavos,
sino hijos.
Y además de hijos, Dios nos dio la potestad de ser
herederos de El. Y ¿Qué tiene Dios para heredarnos?
Para empezar, lo más preciado para El, nos dio a su
Hijo para morir en nuestro lugar, y dice este pasaje que nos dio a su Espíritu,
el Espíritu de su Hijo. El Santo Espíritu de Dios.
¿sabe usted cuan Santo, cuan puro y cuan valioso es
el Espíritu Santo de Dios?
Y a pesar de ser viles pecadores, Dios nos ama tanto
que nos dio a su Espíritu Santo, por medio de quien podemos decirle a El
“Abba”. Es decir, por medio del Espíritu de Dios podemos llamarle a El
“papito”, “papi”, “papá”.
Sabiendo entonces, de tan grande amor de Dios por
nosotros, como para dar a su amado Hijo para que sufriera en lugar de nosotros,
y para regalarnos su Santo Espíritu, ¿por qué insistimos en seguir un camino
alejado de Dios? ¿Por qué ignoramos el sacrificio de Jesús y echamos a la
basura todo su amor, prefiriendo los placeres carnales a la magnificencia de su
gran amor?
Efesios 2:4-5 dice lo siguiente:
2:4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su
gran amor con que nos amó,
2:5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)
2:5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)
He aquí una verdad que nos hace libres!!
Dios es tan misericordioso y amoroso para con
nosotros, que nos da la oportunidad de tener vida, aunque literalmente, nuestro
espíritu estuviera muerto en los pecados.
Pero la decisión es solo nuestra. Dios no nos puede
dar salvación y perdón de pecados a la fuerza. El espera que nos demos cuenta
de nuestro error y que volvamos a sus pies, buscando el perdón y el amor que
solo Él es capaz de dar. Espera que demos el primer paso de vuelta a casa. El
se encargará del resto…
Mateo 11:28-29: “Venid a mi todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas”
...yo los haré descansar...: Dar paz y reposo a nuestra alma cansada
...Llevad mi yugo...:Un yugo es para dos!! Si Jesús dice que llevemos SU yugo, es porque en el otro extremo se encuentra El. En pocas palabras lo que dice es: Ánimo, yo llevo la caga contigo!!
Gloria a Dios por estas verdades y por su maravilloso amor!!
Amen brother. Un recordatorio necesario para todos los que estamos cargados. bendiciones! :)
ResponderEliminarEl lleva nuestras cargas con nosotros!! Bendiciones Nancy!!
ResponderEliminar