Un día como hoy, Hace dos años,
como a las 10:00 a.m. nació mi hijo Daniel Isaac Madrid Zaldivar.
Fue uno de los momentos más
emotivos de mi vida. Lo fue, porque las emociones fueron extremas, tanto en
alegrías como en tristezas, expectativas y malas noticias.
Para contarles de esas emociones,
especialmente a quienes no conocen esta historia aún, debo contarles un poco
del trasfondo de ese nacimiento:
Yeny, mi esposa, y yo deseamos
tener hijos casi desde que nos casamos en el año 2003. Pero no pudimos y empezamos
a quejarnos contra Dios porque no nos concedía ese deseo.
En el año 2006, por fin se dio un
embarazo!! Pero casi desde el segundo mes, ella empezó a tener flujos de
sangre, lo que la obligó a seguir una dieta y permanecer en reposo absoluto
para poder lograr a la criatura en su vientre. Al quinto mes, un sobrinito de
ella murió en un accidente fatal que tuvo su hermano, en el que casi pierden la
vida los otros dos niños mayores. Esa terrible noticia, conjuntada con otros factores,
fue el detonante para que al quinto mes de gestación, la bebé naciera, mucho
antes del tiempo correcto. Yo vi nacer esa criaturita, y la vi morir.
Eso, nos devastó. Sin embargo,
como dicen los americanos, life must go on. La vida debe continuar…
Continuamos, y después de muchos
altos y bajos en nuestras vidas (más bajos que altos…) dos años después,
logramos un segundo embarazo que terminó más abruptamente que el primero, ya
que el feto, murió al segundo mes de gestación en el vientre de Yeny.
Le preguntamos a Dios la famosa
pregunta: ¿porqué?, ¿porqué permitiste que se perdiera esta segunda esperanza
de tener un hijo?
Sin embargo, y a pesar de nuestro
dolor y decepción, seguimos adelante, con menos quejas que antes, y tratando de
reposar y esperar más en Dios.
Pasó un tiempo mas, en el cual
experimentamos diversas situaciones adversas: me quedé sin trabajo; cambiamos
de domicilio hacia una montaña; perdimos el único vehículo que teníamos al
incendiarse; recién llegados a esa montaña, unos vecinos nos recibieron
metiéndose a robar a la casa, llevándose lo poco de valor que teníamos y hasta
la comida que teníamos como cena de navidad (fue exactamente el 20 de diciembre
del 2009). Como pueden ver, parecía que nada iba bien. Sin embargo, ya no
lloramos más. Aprendimos a derramarnos delante de Dios y dejarle a el nuestras
cargas, actitud que Dios me permitió dejar plasmado en mi libro “Adoración
Integral”. Para marzo de 2010 tuve un accidente en motocicleta, en el que
gracias a Dios recibí solamente un tobillo lesionado, un pequeño corte en mi
nariz y un tremendo susto!!
Creí que nada podría salir mal.
Le rogué a Dios por un trabajo estable (estaba dando solamente unos cursos de
inglés esporádicos) pero el trajo algo más. En esos días del accidente, nos
dieron la gran noticia de que había un nuevo embarazo. Fue la mejor noticia en
medio de tanta situación negativa!! Un mes después me contrataron en mi actual
trabajo en la municipalidad de Siguatepeque. Dios empezaba a responder, pero
faltaban aún algunas pruebas mas.
Al cuarto mes, aproximadamente,
Yeny empezó a experimentar nuevos sangrados. Nos asustamos, porque ya no
queríamos repetir la historia. Sin embargo, confiamos en el Señor.
El ginecólogo (a quien bendigo en
gran manera y nunca me cansaré de hacerlo), Dr. Nelson Zepeda, indicó que era
necesario hacer una operación llamada cerclaje, con la que se pretendía cerrar
el útero y retener al bebé la mayor cantidad de tiempo posible. Esa operación
costaba alrededor de Lps. 16,000.00. En ese momento yo solo tenía Lps. 300.00
en mi bolsa!! Era una locura, pero yo confié en mi Dios, quien es hacedor de
milagros!!
Fuimos a Tegucigalpa a comprar el
hilo para la operación, pues en Siguatepeque no lo venden. Tres milagros
sucedieron en ese viaje:
-
Al llegar a la empresa donde vendían el hilo, no
tuve que pagar nada porque mi hermano mayor (a quien nunca me cansaré de
bendecir también) llamó a esa empresa para que me dieran el hilo, cargando su
costo al crédito que su clínica tiene con la empresa.
-
Luego pasamos a saludar a mi suegro (quien nunca
se ha interesado mucho por mi esposa, o al menos nunca lo ha demostrado)
milagrosamente le regaló Lps. 5,000.00
-
Al venir de regreso mi padre me llamó para
contarme que vendió un terreno (al cual tenía muchos años de querer vender) y
me depositó Lps. 25,000.00
Increíble, pero en un mismo día
vimos la mano poderosa de Dios supliendo nuestras necesidades.
Yeny fue operada. Al ser dada de
alta, cuando fui a pagar la cuenta en la clínica, recibí una nueva sorpresa: la
cuenta fue de un poco mas de Lps. 7,000.00. Con lágrimas de gozo pude darme
cuenta de que ni el ginecólogo, ni el médico asistente (mi bendito hermano
mayor!!), ni la enfermera instrumentista cobraron sus honorarios!!! Solo pagamos
hospitalización.
Luego de esos, todo siguió bien.
Al séptimo mes, el cerclaje cedió y nuevo sangrado se mostró. Pero ya estábamos
confiando en el Señor. Teníamos nueva fe. El alcalde me consiguió una ambulancia
y fuimos de emergencia al Hospital Escuela de Tegucigalpa. Yeny fue sometida a
una cesárea y mi hijo vino al mundo un día como hoy del año 2010, teniendo
apenas 7 meses de gestación. Sin embargo, al nacer fue llevado de inmediato a
una incubadora en la sala de cuidados intensivos de neo-natología. Un tiempo
después nos daríamos cuenta de que en la sala de operaciones, el adquirió una
bacteria llamada enterobacter aerogenes, que le provocó un choque séptico.
En esa
incubadora sucedieron muchas cosas. Cada día que pasaba, nos daban noticias
negativas. En resumen, en 17 días que el estuvo ahí, le descubrieron soplo en
el corazón, su presión bajó abruptamente en varias ocasiones, y en repetidas
ocasiones le dijeron a Yeny que el niño no viviría. De hecho, mi hermano mayor
le tomó su primer fotografía, como para que quedara constancia de que alguna
vez nació, pues su hoja médica no daba signos de que pudiera sobrevivir. Sin
embargo, nunca dejamos de confiar en Dios y de creer en que El es hacedor de
milagros.
Contrario a todo pronóstico
médico, mi Danielito salió del hospital pesando 2.1 libras, pero lleno de vida.
Sin soplos ni bacterias!!!
Poco a poco fue ganando peso.
Poco a poco fue creciendo hasta convertirse en el hombrecito de Dios que ahora
es.
Por eso, no me cansaré de dar
gracias a Dios cada día de mi vida por el!! No pasa un día sin que yo le diga a
mi hijito que lo amo y que es mi mas grande tesoro. Amo a mi Dios, y nunca
dejaré de agradecerle por su fidelidad para conmigo y mi amada familia.
Espero este testimonio sea para su edificación
mi estimado(a) lector(a), y sirva para constancia de que Dios es real y su
poder y su misericordia no tienen fin y nunca lo tendrán!!!
He llegado a esta nota con tantas dudas y tan perturbada... He estado buscando tener un hijo y ya he perdido 2, con el primero que perdí, quedé como en shock, murió y se quedó en mi vientre. Así que la mañana que salía hacia la clinica para que me practicarán el legrado. Oré... mientras ordenaba la cama la sacudir las sabanas las hojas de mi biblia se movieron como cuando cambias las páginas... así que fui a leerla antes de irme y al comienzo de la hoja estaba: "Y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel" asi que tomé esa pequeñas palabras confiando en Dios, y pensé que tal vez Dios me prometia un hijo... Quedé nuevamente embarazada y tenia tanta esperanza de que este si se daría porque buscaba desesperadamente en internet remedios naturales para quedar embarazada y un día muy frustrada fui a leer la biblia y al abrirla estaba el mensaje de isaias 54 "Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová" a los pocos días me confirman que estaba embarazada y la felicidad era mucha. Aunque no me duro casi nada porque en un par de semanas estaba ante un aborto espontáneo. Los médicos no me dicen nada... solo que es algo muy común... En realidad veo que nadie se interese por mi caso y me siento tan pérdida. Pienso: los he perdido porque soy una mala creyente? Habrá fallado mi fe? O sencillamente he tomado palabras o promesas para mi que no me corresponden? Seré tan corta de entendimiento para no ver que es lo que quiere Dios? Será que no debo propiciar los embarazos? No entiendo nada... y he creo que he hecho todo lo que ha estado a mi alcance.
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