Este es un bello pero olvidado edificio histórico de Siguatepeque. Construido en la administración de quien fuera presidente de Honduras, Gral. Tiburcio Carías Andino, en 1940. Sus grandes paredes de adobe, recubiertas por el moho y la suciedad de las palomas que habitan en el, demuestran la desidia de muchos gobiernos que han pasado sin prestarle importancia alguna a este monumento de la historia.
Ojalá, en un futuro no muy lejano, podamos encontrar a un grupo de personas, que interesadas en el arte y la cultura de nuestra ciudad, le den seguimiento al proyecto de restauración de este pedazo de la historia de vida de Siguatepeque
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